Como señala el profesor Roques, de forma escueta, las acciones biológicas de las aguas mineromedicinales y sus productos derivados son:
Acción analgésica, derivada de una activación propia de los mecanismos de control del dolor (control gate y secresión de endorfinas) y se traduce en una elevación del umbral del dolor.
Acción antiinflamatoria, derivada de:
la estimulación de las glándulas suprarrenales.
fenómenos de inhibición de las prostaglandinas y leucotrienos.
mejoramiento del estado antioxidativo (superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa, mieloperoxidasa, óxido nítrico).
la disminución de la actividad condrolítica por inhibición de las citocinas y estimulación de inmunoglobulinas.
la contracción de fibras musculares lisas por mediación adrenérgica y dopaminérgica.
Acción cicatrizante favorecida por la estimulación de la angiogénesis y de la secresión de ácido hialurónico.