Por la vía tópica, la temperatura si es baja produce vasoconstricción y sensación de estímulo,pero en los centros termales las aplicaciones son mayoritariamente con temperaturas elevadas, lo que provoca efectos:
Locales:
Aumento de la temperatura en el punto de aplicación, que el paciente experimenta como picor y calor.
Vasodilatación e hiperemia local; mejorando la irrigación sanguínea en la piel y tejidos subyacentes, se mejora el trofismo y alimentación de los tejidos.
Estas modificaciones circulatorias permanecen más allá de la normalización de la temperatura.
Liberación de histamina y acetilcolina.
Modificaciones de los niveles séricos de aminoácidos, como triptófano,cisteína y citrulina.
Generales:
Se producen por la concurrencia de múltiples mecanismos y permanecen detectables después de la normalización de la temperatura de la piel. Entre estos destacan:
Aumento de la frecuencia respiratoria y cardíaca transitoria.
Aumento de la sudoración.
Sensación de calor agradable y tendencia al sueño.
Hipotensión arterial.
Aumento de la temperatura corporal.
Hemoconcentración.
Disminución de la diuresis y mayor concentración de la misma.
En aplicaciones prolongadas, aumento de las proteínas plasmáticas.
Descenso de la reserva alcalina, con un aumento de la frecuencia respiratoria.
Facilita la respuesta inmunológica, por estímulo neuroendocrino y neurovegetativo.
Activa la función oxidativa de los neutrófilos, que estimula los mecanismos de defensa.
Efectos condroprotectores.
Efectos analgésicos, sedantes, reabsortivos y antiespásticos.